Comparte tu experiencia sobre un caso en el que te hayas encontrado en una situación y contexto laboral que vulneró tus valores personales y profesionales. Si te sentiste ante un dilema ético y si te experimentaste libre o no, para tomar una decisión que fuera congruente con tu forma de ser.
Desarrolla tu relato cubriendo estos tres puntos:
Describe la experiencia que tuviste ante un dilema ético profesional (en la medida en que tú desees aportar).
Tu postura personal y argumentos sobre la decisión que tomaste.
¿Qué consejo le darías a aquellos más jóvenes que tú y que se están integrando al mundo laboral?
Uno de los dilemas frecuentes es recibir regalos por parte de proveedores, así que cuando detectas que algo no de tus colaboradores ha caído en el error y este ha sido aparentemente involuntario, es complicado sabiendo las circunstancias en qué se puede encontrar la persona, aplicar la sanción (terminación de la relación laboral). Si la regla es clara, lo más sensato es apegarse a ella y no perder el trabajo por un obsequio o dinero extra. Mi consejo es, no tomar el camino fácil, entender que otras opciones tienes para cubrir tu necesidad antes de poner en riesgo tu fuente de trabajo
Mi experiencia a comentar se relaciona con un posible beneficio económico, y no me ha pasado una sola vez ya han sido varias, se presenta cuando soy invitada a trabajar a una empresa donde ya existe un colega contador, ya sea como colaborador externo o formando parte integrante de la planta de la empresa. Yo siempre he sido de la idea de que el sol sale para todos y que trabajar en equipo tiene mas beneficios que trabajar solo, puesto que no somos poseedores de la verdad, y menos en el área de impuestos sujeta a diversas interpretaciones. Por tanto mi discurso en todo momento siempre es, que yo no llego a desplazar a nadie sino por el contrario a trabajar en equipo, pero por desgracia mis colegas contadores no lo ven así, aun y cuando abiertamente se los comento que mis propuestas a los clientes van en el sentido de sumar esfuerzos y no del quedarme yo únicamente como asesor. Me doy la oportunidad de demostrarlo hasta donde me lo permiten mis colegas.
Incluso me cuesta mucho trabajo el comunicar al cliente mis hallazgos con respecto a los errores que encuentro en el ejercicio de mis colegas, cuando estos existen. Luego entonces considero que hasta comprometo la expectativa que tiene de mi persona mi cliente por salvaguardar a mis colegas contadores.
Busco por todos los medios en mis informes ser lo mas objetiva posible, dejando de lado actitudes hostiles recibidas, porque creo que la profesión debe de tener cierto grado de lealtad para con mis colegas de profesión, pero que no impida informar a mi cliente de lo que necesite saber para el correcto y adecuando cumplimiento de sus obligaciones fiscales.
Mi consejo para quien entra al mundo laboral , es que no desprestigiemos a ningún colega y que podamos informarnos entre nosotros de manera respetuosa y fundamentada las posibles observaciones que nos encontremos y evaluar como es que tenemos que informarlo a nuestros contratantes de la mejor manera, y que no solo nos mueva el obtener toda la ventaja económica para nosotros mismos.
Ser honestos, responsables, objetivos con nuestra profesión y con quien como nosotros la ejerce.
En alguna ocasión en un despacho contable mi jefe me pidió opinar acerca del trabajo de un compañero de trabajo.
Mi postura en aquel entonces cerca del año 2006 fue que no podía hablar mal de un Colega. Actualmente lo menciona nuestro Código de Ética en el requerimiento R115.2 inciso "b" que dice:
"Un Contador Público..., y no debe de hacer: Referencias negativas o comparaciones infundadas, respecto al trabajo de otros colegas".
El consejo que daría a los más jóvenes que yo y que se están integrando a la vida laboral es que den a conocer la calidad de su trabajo por méritos propios y sin descalificar el trabajo de otros Colegas.